“... Y volví a aquella vieja costumbre de mirar atardeceres desde alguna cumbre y desde la tranquilidad de quien solo está me encontré muy grande, casi viejo diría. Me descubrí sin amores, sin ansias de sentir un toque, sin besos que extrañar.... Me sorprendí curado de tu olvido, de mi mente tu número telefónico parece borrado y aquella tristeza que llevaba en el alma, de pronto se escapó sin avisar...”
31/JUL/2011
(Caracas, VE)
#ElTrovador

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